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Nací en 1990 en Aplao - Arequipa, estudio Periodismo en la UNSA, francés en la Alianza Francesa de Arequipa. Formo parte activa de seminarios o eventos sobre cualquier expresión de cultura en general. Soy una persona de carácter sereno que agrada de las personas responsables, perseverantes. "LA TAREA HA DE SER DIFÍCIL, PUES SÓLO LA DIFICULTAD INSPIRA A LOS NOBLES DE CORAZÓN", busco reflejar este pensamiento de Kierkegaard, cada día busco mejorar.

jueves, 20 de mayo de 2010

La Noticia como elemento de distinción racial.

 
La noticia es la expresión sobre un acontecimiento o hecho ya consumado, que en la redacción escrita del suceso termina, pero en la interpretación del mismo queda abierto, por lo mismo no deja de ser perturbada por subjetivismos que acontecen por parte de cada lector en particular. Estas percepciones son tendenciosas a establecer prejuicios, muchos de los cuales son en ocasiones minúsculos, pero potenciales incisivos de distinción social. “Desde niños, los peruanos somos entrenados por diversos medios para efectuar clasificaciones raciales, las cuales está enlazadas con percepciones socioeconómicas, además de estéticas y afectivas” [1] ¿Qué de cierta tiene esta frase? El Perú se distingue claramente en diversos sectores pluriculturales, que se diferencian esencialmente por el grado de accesibilidad a los distintos medios de comunicación, las noticias y acontecimientos son publicados periódicamente, pero el problema radica aquí:

"¿Cuál es la diferencia existente entre la noticia leída por un ciudadano urbano y un ciudadano rural?"

Los ciudadanos urbanos bien o mal habitan y se desarrollan en un contexto que los orienta a interpretar los acontecimientos más racionalmente[2]; en cambio un poblador rural aislado en su propia idiosincrasia, no distingue claramente los sujetos participantes de cada evento noticioso que se suscita en su realidad, es por esto también, que podemos darnos cuenta de la permeabilidad de la cual está constituido un personaje rural, no tiene una postura clara, es potencialmente influenciable y en eso recave el problema de su primitiva e insustancial participación social y política.

La trascendencia en el conocer las noticias no es la misma para ambos, esta desigualdad de importancia aumenta las diferencias existentes y delimita más significativamente la barrera entre estos actores del orden social.

En el común desarrollo de un poblador rural, el saber y conocer que sucede en la ciudad no es tan importante como el saber qué cultivo sembrar, qué cultivo producir y esta percepción de importancia respecto a las noticias seguirá viviendo junto a él. Lograr que esta percepción cambie es una utopía a corto plazo que no encontrará solución sin la ordenada y sistemática intromisión de políticas de desarrollo social. La inclusión de la sociedad rural al sistema de crecimiento social compromete la inserción de una tarea más: El querer conocer que sucede con los demás (población rural) y de esta manera establecer un rol más abierto al desarrollo de su realidad.

Platón fundamentaba que la “episteme” en una sociedad es imprescindible para conllevar un buen gobernar, pero al final se le termina objetando esa declaración con lo siguiente: “A la democracia le basta con la “doxa”, es decir, es suficiente con que el público tenga opiniones” [3] y la manera más simple de formar opiniones es teniendo acceso y conocimiento de lo que sucede y acontece en sus espacio de desarrollo social. La armonía de esta sociedad no sólo es responsabilidad de políticas sistemáticas de inclusión social, es también compromiso de medios de comunicación capaces de informar responsablemente y no de propulsores de una creciente y constante diferenciación social




[1] Jorge Bruce “Nos habíamos choleado tanto” Fondo Editorial USMP Primera Edición 2007 Pág. 85
[2] Racionalmente: La razonabilidad de opiniones y comentarios es también subjetiva, está a la cual hago alusión es a una razonabilidad contextual, propia del entorno donde uno habita.
[3] Giovanni Sartori “La democracia en 30 lecciones” Editorial Taurus Primera Edición 2009 Pág. 33

domingo, 2 de mayo de 2010

OAX, Crónicas de la Radio en el Perú.




Por ser el amigo que acompaña...
La solución que prospera...
El consejo que aliviana...
...gracias hermano...gracias Waldis.


El siguiente, es un pequeño análisis-resumen de Oax, Crónicas de la Radio en el Perú, obra que establece una interesante genealogía de la Radio y clarifica este lento y difuso proceso de masificación de este medio de comunicación.

El iniciar una época llena de contraste entre paz y guerra, suponía un rol participativo más preponderante en la sociedad. La aparición de la radio se constituye como el mayor alcance logrado a inicios del siglo XX, su expansión y relevancia es de vital importancia para la constitución de los estados contemporáneos.
El Perú no es la excepción en la incentivación de este nuevo método de comunicación, su advenimiento se produjo en el onceno de Leguia y éste es su prematuro comienzo narrado por Alonso Alegría en lo que es: “OAX Crónicas de la Radio en el Perú.”
La radio como medio masivo de comunicación nunca tuvo el rol que actualmente asume. Su incursión en los países occidentales obedecía a una forma distinta de entretenimiento, es así que su posterior acogida en los países latinoamericanos seguía el rumbo del propósito antes mencionado.
El inicio de este primitivo síndrome comunicativo fue la conducta motivada de un grupo de siete entusiastas, que fundaron una “broadcasting”, denominándola, según la convención de radio, como OAX. La incursión de la radio en el Perú tuvo un aire alentador, pero no contaba con una idea concreta de empresa.
Su política económica sólo era abastecida por la venta de los receptores de las ondas herts. OAX durante su estancia inicial, sólo contaba con una programación reducida, que se componía de pequeñas veladas. Como toda innovación, existe curiosidad por la manipulación de su contenido, el interés por ser parte de OAX en sus inicios fue complaciente para los accionistas; pero luego la concurrente rutina de sus programaciones desistió el interés de la naciente aristocracia limeña.
Poner una radio, no se convertía en un negocio saludable que solventara un estilo de vida adecuado, la quiebra económica comenzó a rondar las instalaciones de OAX y para fines de la década del 20’, su administración pasó a manos del estado.
La institución era solventada con tan solo 3.910 soles al mes. La venta de receptores disminuyó y es así que incluso con la subvención que daba el estado, no alcanzaba para el mantenimiento de la estación.
El paso del tiempo enseñaría a los radioaficionados el apostar por otro método de subvención: el vender espacios para las publicidades, éste sigue siendo la alternativa de subvención para las actuales emisores privadas.
Pero, cómo se podría ofrecer espacio para la publicidad, si la audiencia conseguida por la radio era escasa y descendente. La solución se vislumbraba en la forma de saber aprovechar la programación, si se proseguía con una política continua y recurrente o se cambiaba rotundamente la propuesta inicial de esta modalidad.
Es así que de constituirse inicialmente como programación nocturna pasó a establecerse la modificación hacia una representación por horas. El contenido de los programas variaba, por lo tanto el crecimiento en audiencia no tardo en despejar, la radio entró en una etapa de progresión y no se notó raro que la proliferación de éste medio comenzara a realizarse.
La participación de figuras teatrales, cómicas y demás, consiguió una gran inclinación por la radio hacia la década de los 30’. La programación se convirtió más amena y variada, se narraba desde noticias de palacio de gobierno o el congreso, hasta las noticias de los estadios e hipódromos, esto dio lugar al nacimiento de nuevas figuras como Augusto Ferrando y posición a personajes como Genaro Delgado Brandt entre otros.
El impulso dado por las emisoras dio vida propia a un síntoma de prosperidad e innovación, la radio desde sus inicios en OAX se ha convertido en la más poderosa herramienta de comunicación y en la más variada y refinada posibilidad de información.
En la historia de la radio, ésta ha seguido tres formas típicas como son: el entretenimiento, la música y la información, pero con el advenimiento de la televisión, ésta ha perdido prestigio, aunque es de resaltar la gran propagación de los receptores en el siglo pasado.
La radio ha sentido las divergencias de ideas de poder, ha sido despojada, pero a pesar de todo pudo ser rehabilitada y es así que se mantiene con la perspectiva de fiel compañera de una sociedad pujante y soñadora de ideales concretos de satisfacción nacional.