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Nací en 1990 en Aplao - Arequipa, estudio Periodismo en la UNSA, francés en la Alianza Francesa de Arequipa. Formo parte activa de seminarios o eventos sobre cualquier expresión de cultura en general. Soy una persona de carácter sereno que agrada de las personas responsables, perseverantes. "LA TAREA HA DE SER DIFÍCIL, PUES SÓLO LA DIFICULTAD INSPIRA A LOS NOBLES DE CORAZÓN", busco reflejar este pensamiento de Kierkegaard, cada día busco mejorar.

jueves, 9 de diciembre de 2010

El Verdadero Papel de la Historia

Las personas somos entes totalmente subjetivos, que por esta misma condición, estamos inundados de pasión, piedad y compasión hacia la sublimidad de los sentimientos humanos. Es cierto, esto es parte de nosotros; la historia de los hechos, en su ínfimo detalle, nos compone y estructura como individuos que hemos de regirnos por nuestras emociones, anhelos, deseos, amores y desamores.

En la vida diaria, esto se demuestra sin ninguna refutación; la celebración de un cumpleaños, de un aniversario de bodas, hasta de un mismo funeral; son fuentes explícitas de la formación constante de sentimientos en las personas. Más que sólo ser atenuantes de una fecunda vida social, son acciones que nos suprimen en la fantasía de una filiación, de un sentir común, y con esta propuesta ahora expuesta, se resalta el papel consumista de los sentimientos, que más que engrandecer la acción humana, la descalifica, la descompone y muchas veces la hace nimia hasta desaparecer.

Los sentimientos de las personas se formulan en un historicismo común. Hay una historia común entre las personas, esa historia crea sensaciones, crea percepciones, crea sentimientos; es decir, la historia sustenta la filiación entre las personas. El patriotismo de una nación, no sería tal sin un hecho común a toda esa nación: una identidad francesa, no sería lo mismo sin una revolución francesa; una historia americana, no sería lo mismo sin una revolución de emancipación; una identidad peruana, no sería tal sin una lucha de independencia.

La historia ha de ser formadora de acción, no la contemplación exhaustiva e idolatra de sus propios acontecimientos. Muchas veces suele pasar que la historia adormece y fatiga la voluntad de hacer. La admiración hacia ella se encubre y aniquila en la devoción del pasado, un pasado que no volverá, un pasado que finó, y que como tal, sólo ha de ser recuerdo, pero recuerdo, mas no olvido. Nietzsche le atribuye una función a este olvido: “Es fundamental para evitar que el pasado destruya la fuerza plástica, la vitalidad de una cultura. Frente a la Historia monumental que hace que "los muertos entierren a los vivos" y a la historia del anticuario que momifica la energía vital, es indispensable sostener un historicismo crítico que disuelve y quiebra el pasado para poder vivir”

“Necesitamos la Historia para la vida y para la acción, no para apartarnos cómodamente de la vida y de la acción o para venerar la vida egoísta, la acción cobarde y malversada” La Historia es la herencia común que cada sujeto sostiene en su espacio. Su fin, como tal, es posibilitar en cada sujeto la participación constante en cada una de sus relaciones, este historicismo es parte de un propósito, no del perjuicioso enlazar que instaura en cada una de las personas, sus filiaciones, sus sentimientos y hasta en la más banal de sus relaciones.

sábado, 2 de octubre de 2010

Hacia la conquista de nuestra Identidad

El asalto de nuestra moral y la institucionalización de nuestra forma de vida

Nosotros somos desconocidos para nosotros mismos, nunca nos hemos adentrado en la búsqueda de nuestra verdadera esencia, de nuestra verdadera razón de ser, como que el objetivo supremo de nuestras vidas se mantiene secreto y oscuro tal enigma de travesía medieval. Lo insustancial y común de nuestras vidas se pierde y volatiza tal poción química expuesta al aire, mientras nuestras más puras y enternecedoras dudas se aíslan y terminan desvaneciéndose en la mediocridad de un débil pensar.

A lo largo de toda una existencia humana, el carácter inquisidor de toda investigación posible siempre se ha enmarcado hacia la conquista del exterior; ese exterior que nos parece tan misterioso, simplemente es la realidad que nosotros un día formamos, nosotros fuimos partícipes de su creación y la posibilidad de considerar trascendental la solución de sus enigmas para dar por hecho y resuelto el problema de la existencia y quehacer humano, simplemente es vago, perjuicioso y totalmente fuera de lugar y dirección.

El conocimiento si bien es cierto es parte del entorno que forjamos, ese conocimiento no es tal si antes de ello no es parte de nosotros mismos. “Dónde está tu tesoro, ahí está tu corazón” Nuestro tesoro está ahí donde se asientan las colmenas de nuestro conocimiento y deberíamos preocuparnos a la búsqueda de éste cual abejas recolectoras de miel con la clara intención de llevar algo a casa, que concluya o colabore de cierto modo a eliminar y resolver este vago dilema, tan antiguo como nuestra humanidad y civilización.

Pero sinceramente me temo que en tales asuntos jamás hemos prestado bien la atención, pues ocurre que no tenemos precisamente ahí nuestro corazón ¡Y ni siquiera nuestro oído! Se vuelve ruidoso, bullicioso y oscuro el panorama de la comprensión de nuestro fin y eterna necesidad; el saber qué hacemos en este mundo, de qué somos parte, qué verdad seguimos y lo más importante, el porqué seguir viviendo tan anónimamente en la miseria de una falsa identidad.

Las dudas que de nuestra razón brotan justifican y ennoblecen esta tan corta frase: “Cada uno es para sí mismo el más lejano”, las dudas e incertidumbres nos eliminan toda capacidad de análisis y fue y sigue siendo en el declive de esta intención, donde el hombre se cierra y limita a aceptar la realidad y su vida como la es y la entiende.

Con mucha frecuencia nos aferramos a pensamientos que bien son nuestros o bien son del mundo que habitamos, estos pensamientos nuestros, que nacen de nuestro crítica y análisis subjetivo no sabemos a ciencia cierta si son verdaderos o falsos o reprochables; lo que sí resulta comprensible es la conveniencia que de esta duda aprovechan las clases de poder. “Los gobernantes tienen un interés de mantener a sus súbditos en tinieblas, porque de otra manera sería sumamente fácil exponer la injusticia, la arbitrariedad, la inmoralidad y la irracionalidad de su propio gobierno” Helvetius (1715 - 1771) en esa inmadura edad media, describe así la situación en la cual nos encontramos, la verdad de los motivos de nuestras vidas, no nos pertenecen, sólo son esas verdades la consecuencia de un largo batallar de ansías y codicias de poder, que al final, los “valientes” triunfadores, terminaron por imponérnoslas y concluyeron afirmando su poder “divino”, su poder redentor y la condición sumisa que como población vencida hasta ahora poseemos y conservamos.
Lo innegable es que esos pensamientos de dudas y ambiciones de descubrir ahora la verdad, antes bien con la necesidad con la que el árbol da sus frutos, así brotan en nosotros, dando lugar a nuestros síes y a nuestros noes, y a muchas preguntas y a muchas más dudas.

De modo alguno establecemos en nosotros un juego de moralidad, en donde tenemos la gran indecisión de otorgarle a alguien en específico nuestros más graves problemas y nuestras tan gloriosas virtudes. La pregunta a responder sería ¿En qué condiciones se inventó en el hombre estos juicios de valor que son las palabras “bueno” y “malo”? y ¿Qué valor tiene ellas mismas? ¿Han frenado o han estimulado hasta ahora el desarrollo humano? ¿Son un signo de indigencia, de empobrecimiento, de degeneración de la vida? ¿O, por el contrario, en ellos se manifiesta la plenitud, la fuerza, la voluntad de la vida, su valor, su confianza, su futuro?

Hay dos grandes ideas que han confrontado sus posiciones, sus jerarquías y sus fundamentos, tal cual abanderados de naciones primitivas han encendido con sus pensares la llama de la confrontación y ahondado más y más la duda, una duda que al parecer nunca tocará fondo, una duda que seguirá creciendo hasta lo inimaginable, que terminará venciendo las ganas de concretarse y solucionarse y contentarse con sólo ser el gran vacío que inextricablemente algún día busco concreción.

Arthur Schopenhauer (1788 - 1860), el muy conocido filósofo alemán del siglo XIX, el cual tenía un concepto del valor de la moral, muy apegado al concepto de la compasión, que con frases tan elocuentes como: “Una compasión sin límites por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la buena conducta moral”, “El hombre no debe compasión a los animales, sino justicia”, colocaba al valor de lo “no-egoísta” de los instintos de compasión, autonegación, autosacrificio, en un sitial de oro y divinizados, que al final terminaron por quedarse como “valores en sí”
Caso contrario al de Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 - 1900), de la misma contemporaneidad de Schopenhauer, Nietzsche veía en estos valores el gran peligro de la humanidad, la más sublime tentación y seducción; la detención, la fatiga que dirige la vista hacia atrás, la voluntad volviéndose en contra de la vida, la última enfermedad anunciándose de manera delicada y melancólica.
Mientras Schopenhauer hacía fuerte alusión y dotaba de consistencia con su pensamiento a la compasión como valor supremo de la naturaleza, Nietzsche era adversario del reblandecimiento moderno de los sentimientos, Nietzsche consideró necesaria una crítica de los valores morales, considero poner en entredicho el valor mismo de los valores que hasta ahora aceptamos como correctos y como ciertos.
En aquel siglo XIX, se tomaba el valor de estos “valores” como algo dado, real y efectivo, situado más allá de toda duda, no se había vacilado en lo más mínimo considerar que el “bueno” era superior en valor a “el malvado” superior en valor en el sentido de ser favorable, útil, provechoso para el hombre (incluido nuestro propio futuro).

Es este el gran miedo que azotó la existencia de la humanidad, que terminó por configurarse como la filosofía de la “Transvaloración” (En sentido Nietzscheano la transvaloración es una modificación de la jerarquía, lo que por naturaleza debería estar debajo pasa a ocupar un lugar preeminente), Nietzsche revolucionó la existencia humana con un pensamiento innovador y poderoso, destruyó la franquicia de un estado soberano solventado en el poder divino, corrector y magnate de nuestras voluntades y al estruendo sonoro de su frase: “Dios ha muerto” inauguró en las poblaciones: crítica, rebeldía y sobretodo análisis de una realidad que hasta ese momento se consideraba imperturbable e inquebrantable.
El valor de la moral como regidora de nuestras vidas, se construye desde la propia identidad formada y constituida por el origen de la propia norma, la norma como estructura limitadora de conductas que nos encierra y  enmarca en los parámetros de la supuesta “normalidad”, institucionaliza toda expresión de la humanidad para luego conservarla y si el caso lo vale, irla modificándola y moldeándola al antojo de la sociedad de poder.
Aquellas épocas de la Europa Medieval, aquellas épocas en las que el Rey, vigorizado, respaldado y protegido de la divinidad ejercía su poder y control, hoy, así como en aquellas épocas seguimos siendo controlados por el papel del estado soberano que ejerce “su verdad”.

Porqué lo “bueno” es bueno y porqué lo “malo” es malo. Las acciones no-egoístas fueron en un inicio calificadas como correctas por las personas a las que les eran útiles, esa utilidad de las acciones, calificaba de una u otra manera a las acciones antagonistas como malas y negativas, pero con el paso del tiempo ese origen de alabanza hacia esas acciones se olvidó, y las acciones no egoístas, por el simple motivo de que, de acuerdo al hábito, habían sido siempre alabadas como buenas, fueron sentidas también como buenas; como si fueran en sí algo bueno. Nietzsche consideró que esta apreciación valorativa debía ser desvalorizada. El origen de la calificación de los actos no egoístas como buenos surgen de lo nobles, aquellos poderosos hombres de posición superior y elevados sentimientos, quienes se sintieron y calificaron a ellos mismos y a su obrar como “buenos”, o sea como algo de primer rango, en contraposición a todo lo bajo, vulgar y plebeyo. Es partir de este origen, como los señores nobles se otorgaron el derecho de crear valores, de acuñar nombres de valores. Una vez establecido esto, la pirámide de utilidades es distinta y no responde necesariamente de modo justo para todos los involucrados de la sociedad. Es esta distinción y capacidad  de creación lo que definió en un principio el dominante y sentimiento global de sumisión de unos y poder de otros, es este el inciso inicial de la antítesis  “bueno” “malo”

Esta cadena de poder no se corta y reduce a la capacidad de creación de valores, sino también en el origen del lenguaje, como una exteriorización del poder de los que dominan y que dicen: “esto es esto y aquello” .El poder no es de todos, el poder es exclusivo de unos pocos, unos pocos que sojuzgan y apretujan a los muchos a contentarse con lo que son y vivir en la ignorancia de una vida mal conocida.

El estado acechándonos.

El nacer en un hospital, el inscribirte en un registro público, el vivir en una casa, el ir a un colegio, el respetar a tus compañeros y profesor, el respetar el ambiente, el terminar tu primaria y empezar tu secundaria, el casarte y tener una familia, es parte de la identidad que forjó y que ahora somete nuestros instintos de libertad. Son todas estas expresiones parte de la voluntad de poder de esos pocos, contra esos muchos. Vayamos paso por paso.

El Hospital, el lugar donde no sólo nacemos, sino donde están los enfermos, los condenados por enfermedades sin cura, también donde están los desequilibrados mentales, es el lugar donde por norma uno debe nacer y solventar su primer rayo de luz, muy aparte de esto, el hospital nace como lugar de control para los enfermos mentales (los locos) la genealogía de la entidad de salud responde a la necesidad social de discriminar y separar a los “distintos” del orden normal de una población, estos sujetos eran concebidos como algo normal en otras épocas, en otros momentos, pero llegó el momento en que este sujeto ya no podía convivir más con la supuesta “gente normal” y fue separado de las calles y reprimido en los rincones de cuatro paredes y un pequeño campo abierto donde poder de vez en cuando “respirar”.
Algo curioso sucede con la concepción del loco y desequilibrado mental sobre la sociedad y la norma; muchos de ellos internados en asilos para dementes están convencidos de que todo el mundo está loco, menos ellos, muchos neuróticos graves creen que en sus ritos compulsivos o sus manifestaciones histéricas son reacciones normales contra circunstancias un tanto anormales y si esto fuera así… ¿Qué es lo que sucede con nosotros?
Nada es más común que la idea de que las gentes que viven en el mundo occidental están eminentemente cuerdas. Aun el hecho de que gran número de individuos de nuestro medio sufra formas más o menos graves de enfermedades mentales suscita muy pocas dudas en cuanto al nivel general de nuestra salud mental. La salud y la expresión en la creación de centros de control para el cuidado de la misma, independientemente del motivo que la hizo surgir, hoy es ahora la que solventa y vigila el desarrollo integral de cada sujeto. Si una persona se encuentra mal de salud, la posibilidad de sentirse bien, radica en ir a un hospital, indistintamente de la categoría de este (Clínicas particulares, Hospitales de Solidaridad), es decir, la salud se institucionalizo. Se logro la creación de un sistema que acapara una necesidad y la cubre, la salud de este modo, queda resuelta y definida.

Los Registros Públicos, el papel que estos desarrollan es de control y establecimiento del individuo en la legalidad, la legitimidad de la vida de una persona radica en el estar inmerso al sistema, los Registros Públicos, permiten a las personas inmiscuirse en la fidelidad del estado, un estado que considera oportuno la creación de una base de datos de una población, en teoría es un estado responsable y preocupado por sus habitantes; pero ésta no es la única manera de comprenderla.
La libertad de las personas empieza siendo consecuentes con las causas que originan sus comportamientos, ¿Habría error en que una persona no se inscriba en un Registro Público? Si lo vemos desde el punto de vista libertario y emancipador del sujeto, el problema es nulo y no existe; pero el Estado en la normativa que ejerce, cuenta como posibilidad de control esta inserción; tener a una persona inscrita e inmersa en el sistema, es ejercer indirectamente por medio de todos los tópicos institucionalizados de control y poder sujeta y reducida a la persona; en pocas palabras, el sujeto queda oprimido a una libertad que no es parte de su pensar, que no se originó en su meditar, que simplemente vino de afuera y él debe acatar.

El hogar, el concepto material de hogar propone la concepción de un espacio físico donde habitan personas unidas por distintos lazos. Los humanos en los albores de la civilización, eran errantes, vagaban sin propósito buscando satisfacer sus distintas necesidades; la errancia posibilitaba a esas personas encontrar los recursos necesarios en lugares diferentes y por lo mismo distantes. El comer, el abrigarse, eran necesidades que los primitivos satisfacían caminando de un lado para el otro; pero conforme nuevas necesidades hacían su aparición, ellos tuvieron que ir cambiando y modificando esta condición; ya no se hizo necesaria la errancia, puesto que descubrieron la posibilidad de lograr satisfacer sus necesidades básicas como el comer y el abrigo con un razonable uso del espacio y el entorno, de este modo se establecieron y consolidaron su presencia en un lugar y tiempo determinado por las necesidades que razonablemente supieron cubrir.

En la sociedad contemporánea, las necesidades que poseemos no son las mismas y en gran parte desconfiguraron aquellos otrora comportamientos, siendo sólo ahora estos, restos de un pasado que necesariamente tuvo que existir. Las condiciones ahora posibilitan la estancia fija, estancia que otorga seguridad, salud, integridad y reconocimiento en la sociedad.
Hay a pesar de esta sedentarización, una pequeña parte de nomadismo que aún solventamos sin darnos cuenta, es la errancia hacia las novedades; nosotros las personas poseemos una interminable preferencia y deseo de avidez de novedades, nunca estamos contentos con lo que somos y tenemos, siempre estamos de un lado hacia otro, siendo este un gran atenuante en la falta de consolidación de una identidad respaldada. Si bien es cierto el hogar, el entorno familiar nos imprime un matiz definido, no por esta condición deja de ser vulnerable y frágil hacia la alienación ¿Es posible reconocer nuestras necesidades con una identidad fragmentada y solventada en la errancia de preferencias y gustos? Lo que en principio resultó un problema leve, se convierte en una necesidad urgente de definir, por la importancia que posee el identificarse y de este modo ser reconocido. Lo que se busca es el afincamiento de las personas en una matriz conductual establecida, y al no poder la familia y el hogar solventar con este problema, la figura de las escuelas, colegios y universidades se hace necesaria e indispensable.

Las escuelas y colegios; la figura de estas instituciones se postula como consecuencia de la falta de identidad y se reclama como alternativa de rigor y encuadramiento. En las escuelas se encuentra un plan diseñado para someter al individuo y asemejarlo lo más posible al prospecto de ciudadano correcto; (ciudadano correcto es aquel responsable con su persona, con el estado y respetuoso del orden legal y jurídico de una nación). En baso a un diseño curricular vigilado por el Estado, las escuelas y colegios formulan la estabilidad personal e intelectual de las personas. ¿Es nuestro segundo hogar? Sí, en cuanto esta institución resuelve con trato flexible, ordenado y programado la inserción del sujeto al sistema social del Estado.
En este espacio cobra notoriedad y trascendencia el papel del profesorado, estos sujetos instruidos y en el concepto “capacitados” son los encargados de orientar y en el defecto otorgar la línea temática y conductual del alumnado. En base a una autoridad sustentada en la “edad” “madurez” “responsabilidad”  “capacidad académica” conllevan e instruyen a los futuros sujetos activos del Estado.
El poder de estos sobre el alumnado es absoluto, no existe la posibilidad abierta y sustentada de subordinación de parte de los “chicos”, puesto que un leve intento sería considerado tal cual Estado democrático como sedición, reprimiéndose y forzándose a retracción al sujeto que provoca la falta. De este modo, las escuelas y colegios moldean al individuo desde sus inicios a un régimen definido, en donde las libertades propias de la niñez se ven reducidas a simples juegos y las ansias de expresión, ruptura, disrupción se ven subliminadas a la más fiel y devota asimilación de las normas y leyes, en su mayoría morales, que la institución educativa, teniendo como escudero al Estado, importa, y ejecuta en sujetos débiles de identidad y concepción del mundo y sociedad donde habitan.
En la misma línea de influencia, se encuentra las Universidades, este es un tópico libre y de espontánea elección, el sistema de educación superior no ofrece una atracción inquebrantable hacia la norma. Las universidades es el lugar donde uno consolida sus preferencias, donde uno determina sus prioridades en base a sus gustos y reorienta y sublimina todas sus fuerzas dispersas hacia la fijación objetiva de una meta.
Por la misma tendencia que posee, la Universidad es un espacio en donde la libertad cobra más vida, se revitaliza, el individuo encuentra satisfacción incluso a la más banal de sus aspiraciones, pero es en este ambiente en apariencia libertaria, en donde el sujeto determina sus posibilidades y se enfrasca en la misión de conseguirlas. La Universidad con su control y descontrol, con sus reglas y rupturas va perfilando al sujeto y acomodándolo a una indestructible fijación y sujeción.

El matrimonio, sin lugar a dudas es la institución social por excelencia, reconocido por la entidad jurídica en general, por las costumbres y tradiciones, por la religión, que en su larga historia se ha consolidado como la entidad base de las relaciones y potenciales afectos entre los sujetos del orden social. El matrimonio es la fuente legitimadora más conocida, ya que legitima no sólo a los sujetos que la contraen, sino también a ellos que como consecuencia de ella podrían resultar.
La unión de personas que de por sí son distintas es algo ya increíble, la fijación que se establece entre dos personas supone la mutua satisfacción de encontrar en el otro rasgos llamativos y por considerados por la persona en cuestión, sumamente atractivos y convincentes. El gusto y preferencia que desencadena la fijación, son expresiones personalmente particulares, pero íntimamente ligados a la tendencia general de seguridad y capacidad. Por ejemplo: está demostrado que las mujeres se sienten atraídas por los hombres ricos y poderosos, porque las mujeres están “genéticamente” programadas para intuir que los machos “alfa” están más capacitados para cuidar a los hijos. En el caso de los varones, otro estudio descubrió que el macho humano está genéticamente programado para ser polígamo, es decir infiel a su esposa, debido a la necesidad de que su simiente se esparza lo más posible.
Son todos estos detalles los que justifican la frase mencionada en el inicio de la idea (La unión de personas que de por sí son distintas es algo ya increíble), las diferencias que en un inicio se posibilitaron salvables e inocuas, en el matrimonio suelen desencadenar rencillas mínimas, que con la ferocidad del tiempo se irán ahondando, trayendo esto como consecuencia, la ruptura de afinidades y conflicto de gustos e intereses, que si no son salvados y solucionados podrían calar profundo en la estructura de la familia.
El matrimonio es un símbolo social, lo es en cuanto la figura del matrimonio otorga nombre y posicionamiento. Al estar dentro de la legitimidad de la norma del Estado, esta institución jerarquiza su posición frente a otras alternativas de convivencia y establece un rango en la sociedad. Una pareja casada es una pareja correcta, una pareja informal, es una pareja pasadera, es la conclusión que del caso de puede llegar.

Las formas institucionalizadas de esparcimiento, desarrollo, progreso, integración, convivencia y satisfacción como las vistas y desarrolladas no son otra cosa más, que parte de un Estado que busca coger y absorber a todos los sujetos de su entorno social. La idea básica presentada se confirma y establece como verdadera. El Estado y directamente los sujetos cabeza de Gobierno, son los responsables de que la gran carga de inautenticidad que sostenemos, siga vigente y perdurando. ¿De qué vale a una sociedad vivir si no lo hace con la reflexión justa de sus necesidades y siguiendo de esta manera sus pensamientos, ideas y más sublimes concepciones?
Todo lo “bueno” y lo “malo” de nuestro comportar a lo largo de la historia, no son más que expresiones de la voluntad de poder de unos pocos, personas que con la insignia de “divinos” ejercieron control y desbando sobre sociedades humanamente primitivas e inconsistentes. ¿Se puede afirmar la bondad o malicia de nuestros actos teniendo como referencia este irreprochable pasado? La tradición, la costumbre, los hábitos y toda una larga carrera de falsa identidad y engaño, sustentan que los actos y comportamientos que hoy mostramos sean correctos e incorrectos.

¿Cómo batallar contra la “normalidad”? ¿Cómo volver al origen de lo “bueno” y lo “malo”? ¿Cómo hacer frente al implacable poder controlador y represor de un Estado heredero de concepciones ilegítimamente originadas? Lamentablemente el Estado de Poder y la consecuente Moralidad fueron forjadas así. Acaso tengamos la valentía de intentar reordenarla, será oportuno y bueno ser conscientes que la Revolución que posiblemente forjemos, se consolidará como la más grande y magna en la historia de las naciones. ¿Estamos preparados para ello? Primero simplemente sería bueno despertar.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Gregarios al Poder


Las elecciones son siempre vitrina para oportunistas, “suertudos”, avaros, que colgados de un cartel de gran representatividad popular justifican así su aventura electoral…pero, ¿Qué pasa cuando las condiciones colaboran y desmiembran el pequeño edificio conjunto de objetivos y metas de una gestión unida y responsable?

La posibilidad de que estos gobiernos regionales y municipales elegidos en este próximo 3 de octubre sean distintos y tremendamente incongruentes se acrecienta por la gran incoherencia que significa la elección de estas autoridades independientemente de sus listas de consejeros y regidores, esto es según lo estipulado en el artículo 8, Título I, de la Ley de Elecciones Regionales.

Hace más de 20 años, a fines de los años 80’, el sistema de partidos tradicionales se desplomó, en esos años, cada partido tradicional, tenía su candidatura en cada una de las regiones del País, es decir, su distribución electoral era unificada, ya que cubría con la mayoría de posibilidades de elección. Pero con la ruptura de ese sistema político, la proliferación de partidos sin identidad ni ideología definida acrecentó, posibilitando esto el surgimiento de OUTSIDERS y de agrupaciones con el fetiche de distintas y alejadas de los ideales de los partidos tradicionales, ideales que eran tomados como negativos, caducos e imposibilitados de cambiar la situación que en esos años se vivía. Fue de este modo que el Perú se convirtió en un “Archipiélago Político”, con organizaciones precarias, fundadas en la momentaneidad, oportunismo, y solventadas por la carencia de línea e ideología política genuina y original.

Así las condiciones para la formación y aún la supervivencia de partidos sólidos se tornaba difícil e imprecisa y en los juegos electorales en los cuales los partidos consolidados jugaban como equipos profesionales un partido reglamentario, se “colaron” y posicionaron partidos débiles y en apariencia nimios, pero que con el respaldo de una sociedad asqueada hasta el hastío de cinismos y promesas, se convertían en abanderados de una población que reflejaba la derrota del sistema tradicional y la apertura de una vida política, con la frase “cualquiera puede ganar”

Lo impreciso e indefinible es ahora la actitud que juega el Gobierno de cara a estos nuevos comicios electorales, nuevas dudas se sustentan en el miedo e incapacidad de creer si estas disposiciones serán las correctas o no. Lo que se está logrando ahora a partir de este 3 de octubre es la creación de mini-repúblicas, en donde pequeños, pero corajudos y muchas veces déspotas consejeros y regidores, jugarán al parlamento, con opiniones dispersas e intereses compartidos.

“Las reformas políticas en el Perú, han ido en contrapelo con las necesidades” sostuvo Fernando Tuesta Soldevilla en una grata conversación en Arequipa, esto ocasiona más de lo mismo en el País, la creación de Partidos Políticos para saltar la valla, partidos precarios con representantes gregarios y chabacanos. ¿Cómo hacer frente a este eminente problema de conducción y decisión gubernamental?

El tiempo de cara a octubre próximo está acabando ya, sólo queda refugiarse en la posibilidad que el electorado responda convencido y responsablemente de acuerdo a las necesidades que ostenta, sólo queda que su decisión sea la más correcta, después de todo, no hay un Chapulín Colorado para salvarnos con su astucia.

sábado, 7 de agosto de 2010

Amar y Amar (Parte 2)



  
¿Cómo darnos cuenta que esa persona apareció? Las personas somos tan diferentes, encontramos felicidad en cosas tan vagas, tan burdas, tan simples y tan cotidianas, pero ¿eso es la felicidad?, ¿La felicidad es encontrar armonía y satisfacción con el obtener de esas cosas?…ciertamente no lo creo.

Yo creía que el amor era algo especial, creía que era la súbita expresión de un “Te quiero” de un “Te amo”; al observar las fotos de un álbum muy escondido para mí, fotos en las cuales mis padres desenvolvían las sonrisas más puras, sinceras y reales de algo que se llama “amor y felicidad”, pude darme cuenta que en parte sucede así, el amor puede comenzar en ese mutuo escuchar de esas tan trilladas frases, mas inmediatamente algo empezó a titubearme: no dudaba de sus sonrisas, no dudaba de sus caricias; dudaba si en verdad esas sonrisas se podrían perpetuar en la sinfonía y confianza que significa el estar casado. Más tarde terminaría dándome respuesta.

Cuando uno cree que el amor le toca la puerta, siente cosas que son únicas en su momento, la frase con la que se puede describir esas sensaciones, es el decir comúnmente: “No sé, es algo que no puedo explicar” y pues es en el escepticismo de esta sensación, en la duda del afirmar algo, que encontramos respuesta a nuestros tan grandes miedos que por el momento nos hicieron sentirnos en el aire.

Y cuando realmente esas sensaciones se apoderan de nosotros ¿Qué se debe pensar de ellas?, son estas expresiones las que me hacen sentir que ya no soy el niño de 8 años que con asco e indiferencia miraba las telenovelas mexicanas, llenas de sufrimiento, dolor y abundante derroche de lágrimas; que ya no soy el chiquillo que ante las molestias de sus primos mayores con alguna chiquita de por la casa, se inquietaba, se sonrojaba, se ruborizaba y por ende se molestaba y pelinquiaba; creo en verdad que ahora soy una persona que creció, que puede comprender o al menos intentar comprender que cambió, que ya no es mamá quien lo peina, que ya no es mamá quien lo levanta, que ahora soy o al menos intenta comprender esto que se llama “amor”.

Es este mismo proceso, del cual estoy muy seguro, muchas personas han podido pasar y pueden tranquilamente identificarse con estos pequeños ejemplos, y también estoy muy seguro que ahora en esta nueva edad que ostentan, a pesar de sus miedos y dudas, se creen y perfilan como sujetos que pueden amar, que pueden sentir sentimientos nobles, amables, humanistas y totalmente desinteresados por otra persona… No creo que haya amor que excluya estas variantes. Pues si lo hay, y como tal existe, preferiría simplemente omitir y esquivar el sentir hacia otra persona ese amar.

El amor es felicidad, es complacencia, es mirar al otro y en el tiritar de su mirada, encontrar refugio, paz y confianza. Es compartir, los miedos y las certezas, los problemas y bondades, las sonrisas y las lágrimas, los “Holas” y los  “Chau”, las caricias y los golpes, pero sobretodo es ponerse en el lado del otro e intentar poder comprender cuán difícil sería una vida sin él, cuán absoluta sería nuestra nimiedad sin el consejo de esa persona que con el sólo hecho de ser nos vuelve capaces, nos vuelve humanos.

Indiscutiblemente el amor comprende sufrir, no todo se dibujará según el divino soñar que deseamos conquistar. “La esfera terrestre del amor que rezagóse abajo, da vuelta y vuelta sin parar segundo, y nosotros estamos condenados a sufrir como un centro su girar”, así parsimonioso y libre Vallejo deslinda esta experiencia, que inexorablemente uno debe de formularse y considerar.

Son tantas las cosas por aprender, son tantas aún las cosas que uno debe conocer. El momento del poder reconocer el amar, se hallará en el miedo de tener a alguien y tener mucho más pavor aun de perderlo, ¡Cuán impredecible es la vida!, ¡Cuántas personas nos permitirá conocer! Sólo se puede afirmar algo: Hay aun muchas cosas por vivir, y dentro de las cuales está el amar, ¿es algo que nos debe urgir y alarmar?, creo que no, creo que todo pasa por algo, pienso que todo hallará en algún momento justificación, y como Viktor Navorski decía parco y temeroso a Amelia Warren en la trama de “El Terminal”: “Todos esperamos algo, yo te espero a ti”, valga la redundancia, valga el desorden gramatical; uno espera en esta vida amar, uno espera simplemente, vivir, para ser amado.


sábado, 31 de julio de 2010

Amar y Amar…(Parte 1)



¿El amar es una ilusión vespertina? ¿Es el recuerdo vivo de un atardecer nostálgico? o ¿Es el momento dubitativo, sin sabor a nada que se apodera de cada uno de nosotros bajo las livianas sábanas de la noche? No deseo graficar una esperanza, una ilusión desecha; trato de vislumbrar la espontánea naturaleza que supone el estar enamorado.

La fijación primitiva y prematura en otra persona, es de por sí el inciso inicial de un potencial poder de amar, que hace reconocer, que hace admitir en uno, la capacidad de querer compartir, de querer ser humanos en esta realidad abarrotada de amores y desamores.

Este “amar” no es sólo sentimiento; todos creemos que podemos amar, todos confiamos en que poseemos esta habilidad, pero, el problema que se define como trascendental, es encontrar la persona correcta y adecuada para amar. Esa persona a buscar,¿debe detentar capacidades afines a nosotros? La sincera respuesta es particular, cada uno sabe lo que quiere, cada uno sabe lo que desea, pero, como respuesta imparcial se presenta la definición que el psicoanálisis hace del amor: “El amor es una simbiosis biológica, es encontrar en el otro capacidades que no poseemos, para que esa conjunción realizable incluya características completas de una totalidad”

Existen distintas formas de amor; un amor conyugal, un amor fraternal, un amor maternal, un amor erótico, un amor por sí mismo, lo cierto  es que dentro de estas categorías de amar, hay una que se eleva como la suprema de estas y es el amor maternal.

Al ser el amor una simbiosis, todos los participantes de este afecto tienen que dar y recibir en la misma proporción en la cual dan, el amor maternal no cumple con este propósito, una madre da, pero no recibe, en el acto de lactar, en el acto de cuidar, una madre brinda algo de sí y lo único que recibe es una sonrisa, no existe el intercambio de favores, es precisamente por su carácter altruista y generoso que el amor materno ha sido considerado la forma más elevada de amor, y el más sagrado de todos los vínculos emocionales.

El amor por sí mismo, en primer lugar, se lo confunde fácilmente con la experiencia explosiva de “enamorarse”, el súbito derrumbe de las barreras que existían hasta ese momento entre dos desconocidos, para ellos, la intimidad se establece principalmente a través del contacto sexual. Puesto que experimentan la separatidad de la otra persona fundamentalmente como separatidad física, la unión física significa superar la separatidad. El deseo sexual puede ser estimulado por la angustia de la soledad, por el deseo de conquistar o de ser conquistado, por la vanidad, por el deseo de herir y aun de destruir, tanto como por el amor, como la mayoría de la gente une el deseo sexual a la idea del amor, con facilidad incurre en el error de creer que se ama cuando se desea físicamente

Amar a alguien no es meramente un sentimiento poderoso; es una decisión, es un juicio, es una promesa, el amor es exclusivamente un acto de la voluntad y un compromiso, y de que, por lo tanto, en esencia no importa demasiado quiénes son las dos personas, lo que importa aquí, es que ambas personas tenga la percepción de poder amar y ser amados.

“Analizar la naturaleza del amor es descubrir su ausencia general en el presente y criticar las condiciones sociales responsables de esa ausencia. Tener fe en la posibilidad del amor como un fenómeno social y no sólo excepcional e individual, es tener una fe racional basada en la comprensión de la naturaleza misma del hombre”[1]








[1] Fromm Erich, El Arte de Amar – 1959, Reeditado en 2000 por Biblioteca Erich Fromm Paidós Biblioteca

sábado, 24 de julio de 2010

Nuestro "Metropolitano"

El servicio de buses rápido que busca implementar la alcaldía de Arequipa: ¿Beneficio o simple demagogia?

Pues no es hace más de 4 meses que el famoso “Metropolitano”, el nuevo servicio de transporte con el que cuenta la ciudad capital de Lima viene funcionando. Pues con un cronograma que se cambió hasta 3 veces, con un retraso de un año, con una nueva inversión que ascendería a 200 millones de soles, con el valor de pago por el servicio aun no definido, con sucesos impensados  como lo fue la balacera en las estaciones ubicadas en los cruces de la Vía Expresa con las avenidas Aramburú, Domingo Orué y Ricardo Palma y muchos, pero muchos hechos más, este servicio en nuestra capital se viene implementando, con bastantes contradicciones y disgustos, pero está, al fin y al cabo, funcionando.

Pareciera que esa moda de querer implementar nuevos servicios, de querer realizar obras con un impacto mediático muy grande como lo es en el caso de este nuevo servicio, también se estaría mudando a nuestra ciudad.

Hace poco más de un mes que viene sonando con muchísima fuerza y tomando protagonismo la implementación de un nuevo servicio de transporte en Arequipa, el ya célebre y a la vez cuestionado “Mistibus”. ¿Cómo nace esta obra en nuestra ciudad? ¿Es necesario contar con este nuevo vehiculo de transporte público?

El 4 de agosto de 2009, la municipalidad provincial de Arequipa con su Alcalde Simón Balbuena Marroquín, publicó la Ordenanza Municipal Nº 601, ordenanza en la cual se da luz verde a la implementación del Servicio Integral de Transporte (lo que sanamente y sin ninguna perturbación de fondo, se conoce como “El Mistibus”)

Es en dicha ordenanza, tal como lo estipula la misma, que se busca “Implementar un Sistema de Transporte Público adecuado, eficiente, equitativo y sustentable en la ciudad de Arequipa”, he de suponer que ese sistema al cual se hace referencia, sería y pues como ahora es innegable reconocerlo, el Mistibus.

Según los planes llevados a cabo, la obra en general de implementación de este servicio estaría finalizada con un muy buen ánimo para agosto de 2010, pues estamos ya en julio y sinceramente y siendo muy “optimista” no veo que la obra llegue a buen puerto. Este servicio de buses ha de implementarse con la adquisición de 141 buses, cada bus con una capacidad de 160 personas, deberá atravesar 14 avenidas principales ubicadas en siete distritos de Arequipa Metropolitana, y pues para llevar a cabo su recorrido se tendrá que implementar muy aparte de nuevos conductas en la ciudadanía, semáforos especiales y lo más principal, vías por donde el “Mistibus” pueda transitar.

Es conocida que la remodelación de la Calle Bolívar –Sucre que lleva ya alrededor de 3 meses con sus obras, será el punto de arranque para la implementación de este servicio, es decir, el Mistibus, atravesará estas calles que muy bien decoradas y diseñadas van dándose forma, por lo pronto al igual que muchas ciudadanos de la ciudad, espero que este “invento” de la alcaldía provincial no quede en trancas y barrancas y no sea un despilfarro más en pro de popularidad y trascendencia de particulares.

¿Cómo tomar con seriedad un megaproyecto que revolucionará no sólo las vías de comunicación en la ciudad, sino también los patrones de conducta de una población tan primitiva y carente de sentido de asimilación de cambio?

Pues es algo muy difícil intentar predecir cuál será la reacción que tomará esta obra en la ciudadanía. La sociedad arequipeña en la mayoría de ocasiones siempre se ha mostrada reacia y renuente a la asimilación de proyectos o disposiciones gubernamentales, pues esta obra de sobremanera alterará sus conductas, sus costumbres y sus modos de poder desarrollarse en la ciudad.

Recordemos que Arequipa es una ciudad por tradición distinta a esta gran masa llamada Perú, los arequipeños podemos ser personas muy alegres, felices, cordiales, educadas, pero también podemos serlas vulgares, violentas, orgullosas y muy pero muy nacionalistas, a la hora de poder concretar esta obra se mostrarán las múltiples facetas que como consecuencia de este hecho desencadenen aprobación, o total disconformidad con lo hecho por la Alcaldía Provincial.

Lo cierto e inevitable es que este proyecto de desarrollo, con todas sus pro y contra, viene formulándose tras la caída y puesta en nada del puente Chilina, como la obra emblema de un Alcalde y una gestión que si algo hicieron de bueno, es escuchar a sus voces, escuchar sus propias propuestas y empezar o intentar clarificarlas.

Con mucho anhelo, esperando todo sea conforme a lo planeado, la población arequipeña espera un nuevo servicio, mejorado y responsable, mas ya no la mazamorra de dimes y diretes que fuera de hacerle bien a una comunidad que urge de solución a sus problemas, la obstaculiza, la retrasa, la embrutece.




Otros Datos

Ø       El proyecto de “El Mistibus” está basado en el sistema de transporte masivo de buses rápidos de Bogotá y de Pereira, en Colombia.
Ø       La licitación para el nuevo Sistema Integrado de Transporte (SIT) de Arequipa, Mistibús, se iniciará el próximo mes y consistirá en reducir las 243 rutas que existen en la actualidad a sólo 80.
Ø       Expertos de Brasil y Argentina en el tema de protección de centros históricos afirmaron que el nuevo sistema de transporte que se implementará Arequipa, denominado Mistibus, permitirá proteger el patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad.



sábado, 3 de julio de 2010

¿Qué es “Cachimbear”?

Existen en el muy “correcto” y “racional” mundo civilizado aspectos en la vida cultural y social que comprenden manifestaciones un poco “burdas” y “primitivas”, manifestaciones que en el común trascender sólo corresponderían a personas desequilibradas (locos, paranoicos; delincuentes, drogadictos, alcohólicos), pero que por instantes se desenvuelven en sujetos que no sufren ningún tipo de vacilación en su formación mental y mucho menos se desarrolla en ellos algún tipo de vicio o problema adictivo…¿Qué se debe entender entonces por esos comportamientos?

Hace unos días fui tristemente testigo de una de las más “corrientes” (corriente, porque esto no escapa de la pura imitación y no guarda ni un mínimo toque de originalidad) y salvajes, bárbaras, irracionales, atroces, bestiales y a mis gustos totalmente repugnantes costumbres que se guardan y conservan a mucho honor y orgullo en la Universidad San Agustín: El Cachimbeo.

Es ya conocido escuchar que a punta de gargantas desafinadas y sin la más mínima consideración de sinfonía y orden musical se comienza a perturbar en el aire de la Universidad en los primeros meses del año académico (deberían serlos también los meses iniciales del año, pero puesto que en esta Universidad no se respeta ni considera un almanaque como referente espacial, no se puede hablar de ello) un toque muy tosco, rústico, torpe, lerdo que a gran estruendo perturba la tranquilidad de muchos, voces que como desaforados barristas de un equipo capitaleño dicen: “Pelo, pelo” y que acompañados de un derecho ni muy proclamado, ni mucho menos reconocido a ellos, los enviste de respeto, respeto obviamente ganado a punta de golpes, porrazos, y hasta inclusive “pasadas de mano” que hacen llegar sobre los primerizos estudiantes de esta Universidad.

En estos últimos días en la facultad de Derecho, esta muy anticuada costumbre hizo honor a su tradición; los más de cincuenta alumnos de años superiores, provistos de tijeras (en todas sus modalidades), y otros accesorios punzo cortantes y totalmente lesivos para el cuerpo, entraron con mucha “conchudez” y sangre fría a ejercer éste su derecho sobre los más de cien estudiantes que después de un día normal de clases se prestaban a retirarse. Entraron como “animales”, no sé si serán burros, porque orejas grandes y velludas no tenían, ni tampoco una cola con un mechón que aflorase de sus tan “limpios” traseros, pero puedo afirmar que lo eran por el desorden, rebeldía, indocilidad, insolencia con que perturbaron el común terminar de un día de clases de estos noveles estudiantes.

Al cabo de una hora y media de festín, el resultado no es más que brazos cortados, rostros con tajos, rasgaduras por las puntas de las tijeras y un alarmante miedo y desasosiego que al sólo mirar los rostros de las chicas se huele y percibe en este ya consumado matadero. Creo que es normal para todos los estudiantes ver sangre en los pasillos, y no se exagera con esta afirmación, creo también que es normal ver cicatrices después de una semana de lo sucedido y todo esto es también normal para los profesores y catedráticos que al notar esos daños no hacen más que expresar su disgusto con un leve y titubeante y hasta temeroso movimiento horizontal de sus cabezas tan confusas, porque en realidad no saben si aprobar o renegar de estos ya tan comunes actos.

En fin, cuando una persona entra a una Universidad, espera ver mentes pensantes, espera ver profesionales crecer, y porque no, espera también ver surgir romances que en la caricia de un momento de amor, demuestran la paz y racionalidad de los sentimientos que hay en las personas. Esta bien; hay que “agasajar” y “celebrar” a estos chicos que por vez primera entran a la Universidad, pero hacerlo con esta brutalidad e irracionalidad con la que lo hacen no tiene justificación.

Creo que es el momento en el cual se debe hacer un espacio en nosotros para pensar, pensar ciertamente si es que en estas conductas encontramos tanta satisfacción, revitalizamos nuestras angustias y aumentamos nuestro ego, pensar si esto nos hace tan valientes, tan populares y tan brillantes sobre los demás. La respuesta para mí es clara, habrá que preguntárselo ahora a ellos quienes desafortunadamente por lo pronto creen en lo contrario.






La cultura “Looney”, la cultura del Reggaeton.


El siguiente es un estudio y análisis en su inicio puramente descriptivo que en el recorrer de los párrafos a través del análisis justificará porqué es que catalogo a la cultura del Reggaeton como un nuevo modelo social y porqué probablemente postule la formación de una seudo-clase cultural, cultura que con la simpatía del caso llamo: “La cultura Looney".

La cultura "Looney" no es sino la cultura del reggaeton, el reggaeton que como género musical ha amalgamado tantas expresiones musicales y a hecho propias tantas sinfonías y herramientas de musicalización propias de otros géneros y que en su corto, pero a la vez inconmensurable reinado a hecho que no sólo la mayoría de adolescentes, sino también niños y hasta jóvenes casi adultos interioricen este ritmo convirtiéndolo de esa forma en el patrón que rige sus comportamientos y estimula sus motivaciones.

La pregunta sería: ¿Cómo reconocer a un chico (a) “Looney”?

Pienso que existen tantas maneras de poder reconocerlos, creo que es tan fácil como identificar a un “Emo”; pero de manera particular, me di cuenta de la existencia de esa otrora pequeña cultura cuando atravesaba los 15 – 16 añitos (añitos; porque no pasaba los 1.60 cm. y en mi cabeza no vivía otra persona que no sea Daddy Yankee). Un chico Looney tiene el timbrado de su celular obviamente con un reggaeton, y si no es así con unas voces raras en la cual dice: “Chuculún, chuculún o La vecinita quiere…”, viste en ocasiones con pantalones holgados, así como también con pequeños y apretadísimos pantalones “pitillo” soliendo usar estos a “medio trasero” dejando así al deleite su prominente y límpido traste.

Cuando conversan con otros chicos es típico encontrar las frases “habla loco” o con más cariño “habla loquito” y el saludo que correspondería a un simple apretón de manos se desliza en el intento de hacer un jugueteo con ellas; ¿Cómo es que la simple cordialidad se suspende en ese juego de manoseo e interminable picazón de creatividad? Es inexplicable, pero a la vez curioso, muy curioso.

Sus peinados…creo que ninguno de estos chicos mantendría en su cabeza el típico “raya al costado” cómo que en su “onda” eso los definiría como correctos y lo que ellos menos quieren es verse como chicos apegados a la regla, quieren verse totalmente aligerados, libres de toda sujeción y pues un buen pelo parado o una colita de “guerrero saiyajin” les imprime ese punto de libertad tan propio que ellos sienten que es imposible no ser así.

Su andar…son muchas las ocasiones en las que sueltos de todo control, alejados de toda propuesta de obligación y retraídos de toda sujeción, marchan y alargan con las grandes tallas de sus prominentes zapatos agigantados pasos sobre la tupida y ennegrecida pista de brea que con sus polos y pantalones en la mayoría oscuros combinan en un mosaico perfecto, imprimiendo así un matiz colorido y bello que insinúa rebeldía y esas conductas tan “al garete” [1] que definen sus personalidades. Es muy complaciente ver cómo se deslizan con esas conductas estas criaturas tan singulares, criaturas que al fin y al cabo son personas que con su propia autenticidad demuestran al mundo lo que es vivir a su modo, vivir como diría está sociedad…”a su manera”.

El bailar…como mínimo los chicos y chicas de la onda Looney asisten como a 4 ó 5 fiestas al mes, y es en esos momentos cuando despliegan todo su arsenal prendario que ocupa un lugar muy cuidado en su armario; incluye por supuesto sus polos apretados y muy ceñidos, no importa en este caso cuál sea el volumen de su dorso, cuál sea el espesor de sus pechos, pero al fin y al cabo esos politos están ahí; luego, los pantalones, suelen ser prendas muy rasgadas, de colores fuertes y “ps” tienen más bolsillos y cierres que un pantalón de soldado americano y sí se quiere ser más expresivo, no ha de faltar el clásico “blin blin” [2] y una gorra que ante el “insoportable” calor de una mañana tropical, obviamente esa mañana sólo existe en su cabeza, recubre sus muy marcados y enigmáticos rostros que se adormecen y bailan al “Dembow” [3] de la fuerte y pegajosa melodía.

Ya en la fiesta es todavía más placentero observar cómo cada uno de estos personajes “frontea” [4] por cada pasillo del salón, cómo enarbola su figura ante las luces tan coloridas y en ocasiones ese abundante “humo” que imprime un tono tan místico y  expresivo. Lo mínimo que pueden hacer es pedir una pequeña jarrita de licor y sentarse a “patrullear” [5] la zona en búsqueda de una “gila” [6] que con un “Flow” [7] similar al suyo invada en su territorio y aceche su mirada.

Prácticamente estas son las formas más simples y seguras de poder identificar a un chico Looney, y al tratar de identificarlos no se trata de establecer prejuicios y de este modo sesgar a esta parte de adolescentes y jóvenes, sólo es pertinente saber cómo es que afloran en nuestra ya multivariada cultura urbana nuevos modelos de comportamiento, modelos que a punta de buen “dembow y flow” se ganaron un lugar y hoy más que nunca en esta etapa de crisis de identidad reclaman a voz pasiva y plausible un reconocimiento general de una sociedad tan prejuiciosa y en ocasiones anticuada y temerosa de innovación como la nuestra.

¿Cómo calificar a esta cultura del reggaeton?

Son tantos sucesos que ocurren sin pausa y aceleradamente en nuestro país que no nos ponemos a analizar y observar cómo es que surgen, cómo es que logran una no proclamada y reconocida autenticidad estos nuevos modelos sociales; se justifica de este modo los ya proclamados postulados acerca de una inminente institucionalización de la moda.

Este modelo, que incluye una forma de pensar, que incluye un propio comportamiento, que incluye una propia vestimenta, que incluye también un propio ritmo de música, es algo que está aquí entre nosotros; si antes se tomaba como vulgar, hasta en ocasiones ofensivo e intolerable, es cierto que todos estos síntomas nos hablan de una inminente trasgresión de la cultura; la cultura se va mutando, va asimilando las características de otras culturas y es esta inevitable mutación la que le otorga el carácter de inauténtica, inauténtica como dirían los tradicionalistas porque vulnera y atropella el orden normal de su ciclo, pero en estos tiempos en donde la multidisciplinariedad y la difusión del conocimiento no otorga derecho de propiedad en temas culturales, resulta inoportuno adoptar conductas que no harían más que negar esta ya proclamada nueva sinfonía de la sociedad en general.

¿Por qué esa búsqueda en la innovación?

Toda innovación no sería admitida ni proclamada como tal por todo el mundo, si no existiera el papel tan importante que ahora contiene la publicidad; es a través de este medio que todo el mundo “sabe” lo que pasa en el mundo. La publicidad, en sí, es mentir lindo; es magnificar, glorificar, todas aquellas cualidades de un producto o un servicio que lograría en las personas esa incondicional sumisión y por lo tanto el ansío de adquirirlos y empezar  a utilizarlos.

La publicidad nos indica lo que tenemos que leer, lo que tenemos que comer, lo ropa que tenemos que utilizar, el lugar donde debemos de estudiar; todo el “mundo” hace caso a la publicidad y es en esta innegable posición que se justifica y sustenta esta inautenticidad tan grande que ahora colma de alienación a las culturas. Por ejemplo: A los chicos Looney les gusta por norma escuchar reggaeton; esta cultura popular en el Perú tiene que tener un medio con el cual se identifique, medio que obviamente reproduzca reggaeton, este medio es la ya conocida radio Moda; chico Looney que no ha escuchado radio Moda, que no sabe cuál es la canción con más Flow del día, está en nada, y ese estar en nada lo descalificaría del grupo, lo alejaría de esa comunidad y obviamente aniquilaría la primitiva y hasta ese momento inconsistente identidad grupal. ¿Qué tiene que hacer este chico? Simplemente escuchar radio Moda, saber cuál es la canción con más Flow, para que ahora con este conocimiento sea admitido y afiliado a esta tropa de asalto musical.

La mayoría de sujetos nunca está conforme con lo que es, con lo que tiene, siempre busca ser algo más, es en esta búsqueda que recurrimos a toda lo ya institucionalizado; asistimos a una academia preuniversitaria, postulamos a una Universidad, vamos de fiesta los viernes por la tarde, dormimos hasta las 10 de la mañana del día siguiente y al despertar queremos saber qué toca ahora, ese saber qué toca ahora es la búsqueda a la satisfacción de la sed de novedades, y pues buscar más novedades nos tiene en esta incesante pesquisa de nuevas cosas y buscar las cosas sin un rumbo fijo, sin tener algo planificado, nos hace vagar por una superficialidad tan alarmante que sólo nos contentamos con los momentos y casi nunca profundizamos en algo. Es difícil admitir esto, en cuanto creemos que el camino que seguimos es el que nosotros elegimos, si en un momento nos ponemos a pensar, te darás cuenta de que todo el “mundo” hace eso, todo el “mundo” va a una academia preuniversitaria, todo el “mundo” postula a una Universidad, todo el “mundo” en una ocasión ha salido de “tragos” un viernes por la tarde y todos, absolutamente todos creemos que hacemos todo a nuestro estilo, a nuestra manera; la diferencia en este caso, sería vivirlo como pensamos, vivirlo según nuestra propia regla.

Es en esto que se justifica el porqué de la filiación de los adolescentes a este género; este ritmo es muy fuerte, muy vibrante y los adolescentes al buscar su libertad, su propia identidad, rompen las reglas y es en la melodía de este género tan enérgico y destructor de tranquilidad, que por más decirlo está…también “rompe”, que encuentran simpatía y comprensión con sus aspiraciones.


A lo largo del tiempo han surgido modas y seguirán surgiendo, pero cuando estas modas se convierten en modelos de comportamiento, ya no se puede hablar de una simple tendencia temporal. Es en este caso tan simple y a la vez tan complejo, que observamos y admitimos este ciclo de la cultura que en su constante trajinar muta y sesga rasgos, características y que es precisamente en este divagar, que innova, que conserva y admite estos nuevos modelos en la sociedad.



[1] “Al garete” =  a lo loco, sin control
[2] “Blin blin" = Prendas costosas, accesorios lujosos (cadenas, relojes, etc.)
[3] "Dembow" = Música (reggaeton), el ritmo.
[4] "Frontear" = Caminar “elegantemente”
[5] “Patrulleo”= Observar.
[6] "Gila" = Chica, adolescente.
[7] "Flow"  = Estilo. Corriente